Bitácora de Sergio Casado

domingo, 9 de octubre de 2011

Una semana que arrancó con propósitos lectores que he cumplido. Poco más. Fríos otoñales del viernes cierzero que me destemplaron un tanto. Fin de semana extraño, ajeno a las fiestas pilaristas, que no me interesan un pimiento. Lecturas de notas y artículos sobre Romeo. Su presencia (lo escrito por él y por otros) y su ausencia. A propósito de la conexión que hice entre él y Pessoa, hallé, casualmente, entre mis papeles, el recorte de su crítica a los “Diarios” de Pessoa: “... es un libro para fans de Fernando Pessoa. Por eso me ha gustado: soy un fan de Fernando Pessoa”. Vuelvo a plegar el recorte. Al final todo acaba siendo un recorte plegado.

Nuestra fugacidad y el absurdo se combaten (sólo un poco) con lo escrito (a menudo plegado). Esta semana terminé “Parte de una historia”, de Aldecoa, la representación de una fugacidad hecha de realidad y ficción, imaginación. La isla Graciosa, en las Canarias, el naufragio, la imprudencia y la desaparición por esa imprudencia, el viaje real y el trasladado a la ficción. Un libro maravilloso y estimulante y arranque, espero, para conocer mejor lo escrito por Aldecoa.

... no logro armonizar esta desmayada realidad con el emanante recuerdo, que, turbio y cálido, me anega.”
(de “Parte de una historia”, Ignacio Aldecoa)

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