Bitácora de Sergio Casado

lunes, 5 de septiembre de 2011

La fugacidad


La fugacidad del día luminoso con R. y M. El tamaño de un plató de televisión, muy distinto a lo que tu imaginabas viendo simplemente el programa. La fugacidad de la imagen del edificio apuntalado, cuando cruzo por el Portillo. La luz de la tarde de septiembre, del atardecer, sobre la fachada de Casa Emilio. El cansancio del callejeo. La incertidumbre continua por lo que seguirá. La ansiedad. Y todo que pasa. La alegría y la viveza, mezclada con los fantasmas, que siempre andan escondidos, asustando.

Leí los nombres de otros muchos barcos. Copié algunos de ellos en mi diario. Había otros que eran ilegibles. Muchas de las cruces estaban carcomidas y caídas... y faltaban otras. El aire se hallaba sobrecargado de tristeza, y para arrancar de mí aquella sensación deprimente, volví a bordo con ánimo de distraer el curso de mis ideas absorbiéndome en los pormenores de mi viaje.”
(de “A bordo del Spray”, Joshua Slocum)

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