Bitácora de Sergio Casado

lunes, 26 de noviembre de 2012

El puerto de la Luz


Cuando menos lo esperas, un párrafo espléndido en un rincón escondido. Un autor que no has transitado a fondo, pero con rincones y textos que merecen explorarse. Hay que buscar constantemente puerto para recobrar fuerzas, un Puerto de la Luz como el que se describe en el “Cuaderno de Godo” de Aldecoa, autor viajero y aventurero.


... Entran los grandes barcos y se alimentan del oleoducto. Barcos de todos los continentes. Petroleros y cargos y trasatlánticos de pasaje. Un barco está pintado de un delicado color violeta hasta la línea de flotación; del violeta que usan algunas señoras mayores en las decimonónicas cintas del cuello. Un petrolero gris azulado se despide con un largo sirenazo. En el Puerto de la Luz los colores de los barcos tienen una fuerza y un temblor especiales. Las grandes letras naranjas de un barco holandés alegran el ojo del que las mira. Un cargo inglés muestra bajo la línea de flotación cuatro pies de pintura verde esmeralda. Pero el traje común de la mayoría es negro hasta la línea de flotación, rojo desde la línea hasta la quilla. Los barcos siempre visten de sport.”
(de “Cuaderno de Godo”, Ignacio Aldecoa)

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