Bitácora de Sergio Casado

viernes, 13 de julio de 2012


Han pasado 62 días, si no cuento mal, desde que se acabó esa rutina que habían sido los últimos diez años para mí. Rutina la mayor parte del tiempo agradable y agradecida. Pero ya pasó y ahora voy como un pato mareado, de aquí allá, tren va y tren viene. La extraña necesidad de no quedarme quieto, como si eso fuera peligroso. No sé si estoy en lo cierto, pero en eso sigo. Y sólo paro un rato, en este mareo, para leer o escribir un rato, para recoger uno de los libros pendientes o imaginar que soy capaz de escribir algo nuevo que sea convincente para mí. Vuelvo hoy de un viaje de un día a Barcelona, paseo gótico y de Barrio Chino, con J. , con una caminata constante y fugaz que me lleva a A. y M, al barrio de Gracia, al instante de una copa que saboreas e intentas mantener en el tiempo. Pero ya pasó, ya volví, ya estoy otra vez con mis libros y mi bitácora, con mi confusión, con mi incertidumbre.

- ¡Qué raro es todo, eh! ¿Verdad que todo es rarísimo?”
(de “La hermandad de la buena suerte”, Fernando Savater)

No hay comentarios:

Publicar un comentario