Bitácora de Sergio Casado

jueves, 12 de abril de 2012

Catarro para después de Semana Santa. Entre lluvias y tiempo plomizo hojeo un recorte que me pasó D, con una foto de Baroja en el Retiro, en 1950. Es de Nicolas Muller, un fotógrafo al que investigo y del que encuentro pequeñas maravillas en internet. Muller es ya otro fantasma. Baroja parece en esa foto un fantasma aparecido, de otro tiempo, fugaz, irreal, como salido de la niebla o del misterio, por un instante. Somos fantasmas, decía Gonzalo Suarez, y aquí quedará nuestro fantasma. Todo es un fantasma que viene y va, el párrafo escrito que te comunica algo especial, la obra ante la que pasas en un museo, la canción que suena y se evapora, ese libro que regalas y va a otra parte, como esas líneas de Baroja que ahora transcribo.

Vivían como hundidos en las sombras de un sueño profundo, sin formarse idea clara de su vida, sin aspiraciones ni planes, ni proyectos, ni nada”.
(de “La busca”, Pío Baroja)

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