Bitácora de Sergio Casado

lunes, 29 de agosto de 2011

Los que desaniman

Como no, el mismo día, las dos caras, la alegría del encuentro, la comida con J & J, la luz, la charla abierta y lúcida, limpia, con Ramón Bilbao como testigo e incitador. Luego, el tipo de personaje del desánimo, de la desilusión, permanentemente oscuro; ni desea la lucha, ni los sueños, ni la pelea.  Se esconde y no transmite.  Y además siendo capitán de barco.  De ahí, de esa gente ni se aprende, ni se saca nada en limpio. Y eso me recuerda el maravilloso párrafo que subraye y envié a D. hace unas semanas. Guerra a los que desaniman. Quizá mi párrafo favorito de lo leído este año. De “Aviraneta”, la biografía en ejemplar de Austral, naranja.

Hasta el amanecer siguió el fuego por una y otra parte.  Estando a estas horas Aviraneta tomando un poco de café, se llegó hasta él un sargento y le dijo que un comandante de artillería estaba desanimando a la gente,  diciendo que era temeraria la defensa.  Dejó el café y con una pistola en la mano subió a la azotea.

- ¿Qué hay, muchachos? -les preguntó-.  ¿Hay valor?

- Sí, señor; hasta vencer o morir.

- Cuidado con desanimarse -les dijo Aviraneta-, y si alguien habla de capitular, se le planta un tiro en la cabeza.

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