Lío
fenomenal por el desorden que tengo, en el que no sé si ir para
adelante o para atrás, si calmarme o seguir revolucionado. No sabe
uno que rumbo tomar, que camino es el bueno, que consejo vale y cual
no. Libros leídos aquí o allá, todos en desorden, en un sitio o
en otro, papeleos variados, certificados, cartas, correspondencia
desmadejada, tristezas y alegrías que difícilmente casan. Un
demonio interno que me mata y no entiendo, que no me deja ver claro
en una niebla espesa, que no me deja ver quien soy realmente.
“Aquel
hombre era un demonio.”
(de
“Martín Eden”, Jack London)
No hay comentarios:
Publicar un comentario