
“La
misión de Toni era, como siempre, encontrar las palabras justas para
la ocasión. Pero esta vez dudaba. Más tarde admitió que, cuando
se puso a llover en aquel quinto set, se había resignado a verme
perder. Procuró poner una cara resuelta, se esforzó por reprimir
lo que en realidad sentía y me soltó un breve sermón que ya había
oído en anteriores ocasiones y que pronunció mecánicamente, de eso
me di cuenta.
Mientras
yo estaba sentado en el banco, se inclinó hacia mí y dijo:
“ Mira,
por pequeña que sea la posibilidad de ganar, lucha hasta el final.
La recompensa es demasiado grande para que no te esfuerces. Muchas
veces, los jugadores, por desánimo o agotamiento, no presentan la
batalla que exigen las circunstancias, pero si hay una posibilidad,
sólo una, lucha por ella hasta que todo esté perdido. Si consigues
que el marcador llegue a estar 4-4, no será el que mejor juegue el
que gane, sino el que mejor controle sus nervios.””
(de
“Rafa. Mi historia”, Rafa Nadal & John Carlin)
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