Ánimos
y desánimos. Dos meses embarcado en empresas titánicas, pero
ilusionantes, ineludibles. Cuando son los desánimos los que tornan
más fuertes, me escondo o me aturullo, pero confiando en que
saldremos por alguna parte. Hasta entonces, al menos, pensaremos en
sacudirnos el invierno de encima y despertar en primavera.
“A
la sazón, mi objetivo más importante era el cabo de Buena
Esperanza”.
(de
“A bordo del Spray”, Joshua Slocum)
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