Calles repletas de hojas, ventoleras y lluvias que vienen y van. Poca luz y el trabajo que no avanza, estancado uno y de nuevo quieto para ver si tira o no tira, si se intuye algo a lo lejos. Es difícil mantener la paciencia. Hay que trabajar, trabajar y trabajar para sacudirse al otro yo, el perezoso. El yo que trabaja y el yo perezoso, el yo que arriesga y el yo modorro, el yo que arriesga y el yo conformista. Siempre los dos yoes.
“De los dos yo que buscan vivir, uno le dice al otro: ¡Experimenta alguna cosa, diablo!”
(de “Diario de mi vida: 19 de Agosto de 1884”, Maria Bashkirtseff)
<Mujer con lilas, 1881. Marie Bashkirtseff>
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