Bitácora de Sergio Casado

jueves, 18 de diciembre de 2014

Últimos días del año, el deseo de independencia en el trabajo, en un nuevo libro. ¿Renunciar al sueño y volver poco a poco a lo real? ¿O seguir hasta los confines de lo posible? Esa es la decisión.

"Hay un antiguo adagio atribuido a Platón que divide en tres escalas de valores a los seres humanos: los vivos, los muertos y los navegantes. Es una apreciación excesiva, pero no seré yo quien desmienta al que la acuñó, como tampoco diré nada en contra de la extremada sentencia de Plutarco: "Navegar es necesario, vivir no lo es", tan aprovechada luego por los divulgadores del pensamiento romántico. Lo digo porque todo aquel que decide, ya sea en un repente fervoroso o después de una meditada elección, mantener unas relaciones más o menos estables con la mar, tiende también a desentenderse de ciertas pautas convencionales de la vida cotidiana."
("Del mar y la memoria", José Manuel Caballero Bonald)