Bitácora de Sergio Casado

domingo, 28 de abril de 2013

La maraña


Ánimos y desánimos (de nuevo). Volvieron los algarazos y la lluvia, pero quedan los refugios (de nuevo). El absurdo, un juicio laboral incomprensible, un transcurso del tiempo y una incomunicación que no ayudaron y un viaje en solitario. ¿Y el paisaje del fondo? El del sálvese el que pueda. Pero no nos hundimos: seguimos a flote y buscando la primavera. Y encontrando los rincones para seguir leyendo.

... Cuando ya no se sabe que creer, ni está uno dispuesto a hacer de detective aficionado, entonces uno se cansa, arroja todo lejos de sí, abandona, deja de pensar y se desentiende de la verdad, o lo que es lo mismo, de la maraña. La verdad no es nunca nítida, sino que siempre es maraña.”
(de “Los enamoramientos”, Javier Marías)